Con el animo de hacer una reflexión acerca los hechos ocurridos en dicha ocasión y al mismo tiempo, ofrecer una silente ofrenda a su memoria, realizamos una caminata en la reserva de San Sebastian - La Castellana en Envigado la cual nos llevó tras las huellas de su vía crucis y de paso nos impusimos como meta llegar hasta El Retiro, en una especie de peregrinación caminera.
Bastantes hipótesis, conjeturas y teorías se han tejido entorno al fatídico suceso, levantando toda clase de alarmas, temores y angustias en los grupos de senderismo, los cuales en Antioquia son tan abundantes como apellido Jaramillo.
Mas allá del nerviosismo que el tema puede despertar en el caminante neófito, trascendiendo los detalles del deceso mismo y alejados de cualquier intención amarillista, un hecho de esta naturaleza solo debe dejarnos enseñanzas y conclusiones que eviten que casos similares se sucedan en el futuro.
Un prontuario de recomendaciones ya ha sido hecho antes como por ejemplo, el de mi amigo Luis Pérez en este link: Recomendaciones-a-la-hora-de-ir-a-nuestras-montanas. Pero es menester hacer revisiones periódicas, porque como buenos humanos que somos, recién ocurre una desgracia somos todo cuidados pero luego nos volvemos a relajar y caemos de nuevo en los mismos vicios e imprudencias que ya antes han sido advertidos.
La pregunta mas obvia salta a relucir: Qué hacer cuando se esta perdido ?
En este punto, los expertos en supervivencia en la naturaleza sacarían a relucir su casi infinito arsenal de recomendaciones, técnicas, libros, asi como toda suerte de trucos y mañas para lograr salir vivo de una situación como éstas. Y es completamente válido, lo que pasa es que una cosa es la teoría y otra es, sobra decirlo, bien duro practicarlo en una situación real.
Para mi, la primera y mas básica recomendación no tiene nada que ver con orientación, con lectura de terreno, con hacer fuego, elaborar un vivaque o con otra miríada acciones a emprender. Mi sugerencia más primordial y a la cual uno debe aferrarse con tenacidad es: conservar la calma y el equilibrio mental en todo momento.
No es sencillo hacerlo pero mientras más aleje de sus pensamientos la palabra “PERDIDO” mas fácil le será salir avante de la situación o lo que es lo mismo, menos imprudencias terminará realizando. Recuerde que el cuerpo humano no es otra cosa que una elegante maquinaria biológica conducida por una voluntad consciente e inteligente, lo cual le otorga numerosos puntos a su favor si su ente de control esta en todos sus 5 sentidos, por así decirlo. Finalmente se trata del dominio de la mente sobre el cuerpo. El desespero, la angustia y las imágenes nefastas pueden jugarle malas pasadas. Respire hondo y enfréntese estoicamente a la situación.
Con una actitud tranquila pero en alerta, con seguridad le será mas simple determinar cuál es el siguiente paso a seguir.
Mi segunda recomendación es que salvo que Ud. se encuentre en una zona en donde su integridad física esté inminentemente amenazada, trate de no alejarse o deambular intentando “encontrarse”. Está comprobado que a excepción de que disponga de ayudas tecnológicas o posea conocimientos de orientación básicos, las personas terminan por perderse aun mas, en su desesperado intento por re-encontrar el camino.
Si recién se apartó de un grupo y no los encuentra, grite, haga bulla, pero evite salir corriendo como loco en la dirección en la cual Ud. piensa que están sus amigos. Permanezca todo el tiempo cuanto le sea posible cerca de el mismo lugar y haga de él, su centro de “operaciones”. Márquelo y hágalo distinguible con ramas, cintas, retazos de tela o cualquier otra cosa. A partir de ese momento, dicho lugar será su nuevo punto de referencia y cualquier desplazamiento que haga le debe permitir, en el peor de los casos, volver al mismo lugar.
Si pasadas las horas, la condición de desorientación persiste y no hay señales concretas de que lo estén buscando, prepárese entonces lo mejor posible para hacer un “campamento” cerca o en el mismo lugar que mencioné antes. En ese caso, solo las condiciones del terreno, la vegetación y el clima, le permitirán determinar dónde y cómo debe realizarlo. Ahí si puede hacer uso y derroche de todas sus habilidades de boy-scout y de lo aprendido durante tantas horas de televisión viendo “A prueba de todo”.
Una de las máximas de la supervivencia tiene en el argot popular su mejor expresión: “No dé papaya y aproveche al máximo cada papayazo que tenga”. Entorno a esta idea giran mis siguientes recomendaciones relacionadas con agua, comida y exploración.
El agua: Su prioridad, incluso por encima de lograr salir de ese bosque denso o de la manigua en la que se ha metido. Afortunadamente nuestra geografía aún es generosa con el recurso hídrico y salvo parajes extremos, generalmente es fácil hallarla.
Pero…puede tomarla ? Ahí esta el meollo del asunto. Ésta es otra ocasión para sacar los manuales y libretos de supervivencia. Pero como normas básicas considere lo siguiente:
· Prefiera las aguas que corren y no las estancas.
· Es preferible tomar agua de corrientes pequeñas que de las grandes
· En lo posible no tome agua directamente del torrente, sino que viértala sobre algún recipiente, preferiblemente que sea transparente, así se dará cuenta si el agua esta turbia. Improvise un filtro con varias capas de cualquier trozo de tela.
· Créale a su lengua: si le sabe maluco, no lo siga tomando
· Puede tomar agua lluvia que reposa sobre plantas o cuencos naturales (las bromelias por ejemplo) pero asegúrese que sea lo mas fresca posible y que no esté “teñida”.
La comida: Importante pero no tan esencial como el agua. Salvo que Ud. conozca y diferencie claramente las especies vegetales, absténgase de comer o probar cualquier fruto o planta “apetitosa” que se encuentre. Por regla general es preferible la “carne” de cualquier animal recién muerto que las plantas o frutos.
Si aun posee raciones de algún alimento, táselo y reserve aquello que más proteína o calorías tenga. Los necesitará para más tarde.
Por ultimo, la exploración. Por supuesto, es válido el hecho de tratar de buscar una salida a una situación de extravío, pero conservando algunas guías básicas:
· Salvo que sea estrictamente necesario, no se desplace de noche incluso si hace luna llena.
· Si encuentra fuentes de agua, trate de seguirlas “aguas abajo”, pero con cuidado pues generalmente los cauces son zonas abruptas, con piedras, peñascos y desfiladeros.
· Por el contrario, si llueve, aléjese de los ríos y quebradas
· Si se interna en una zona boscosa, trate de marcar la ruta por la que va, de manera que sepa como regresar a su punto de referencia. Recuerde que muchas veces el camino andado no parece el mismo, cuando va de regreso.
· Sea consciente del tiempo que le toma desplazarse o atravesar ciertas zonas de manera que no lo tome la noche fuera de su lugar de refugio
· Observe muy bien el terreno y sea cuidadoso en dónde pisa, pues un mal paso puede llevarlo a una situación de muerte o en el mejor de los casos, a una lesión grave que le pondrá las cosas todavía mas difíciles.
Analizando el recorrido que hizo el padre Calixto una vez se separó de sus amigos en el mirador de Los Caminantes, puede uno percatarse que no estaba tan desorientado como parecía, ya que a pesar de que se internó en una zona boscosa densa, una vez salió al bosque de pinos, su primera intención fue cambiar su curso a la izquierda, hacia la Fe (como buen religioso que era) y no hacia el profundo y oscuro cañón de la Normandía, el cual estaba a mano derecha.
No obstante ir bien encaminado, un traspié sufrido a borde de un acantilado mientras deambulaba en la penumbra de la noche, lo hizo precipitarse sobre el roquedo de una quebrada con el fatal desenlace por todos ya conocido.
Mi recomendación final para todos los caminantes es que, sin distingo de edad, sexo, profesión o filiación religiosa, siempre que salga a la naturaleza, lleve una actitud alegre y abierta, pero en alerta. Siga al pie de la letra las recomendaciones que los guías dan sobre el camino y si es posible planifique e infórmese con anticipación sobre el lugar que esta visitando. Por supuesto lo más aconsejable seria realizar un curso básico de orientación en la naturaleza como el que realiza el Club Antioqueño de Orientación en donde se le enseñan los rudimentos para la lectura de mapas, manejo de la brújula, estimación de distancias y lectura del terreno. Esto no evitará que Ud. se pierda pero al menos le dará algunas herramientas para enfrentarse mejor a una situación similar.
Respecto a la ruta que adjunto con esta entrada, se trata de un trayecto sumamente bonito, muy diverso desde el aspecto botánico y con varios retos interesantes. En el mirador de Los Caminantes puede hacer una pausa y buscar el geocache que se encuentra alli (GC1V92Q). Desde este punto el camino esta bastante perdido y en ocasiones es difícil, no solo transitarlo, sino además, hallarlo. Luego de pasado el alto de Las Peñas tiene la opción de acortarlo bajando por un carreteable hacia la Fe por el lado de Fizebad. Pero si quiere retar sus piernas y su moral caminando hasta El Retiro, debe seguir el camino que lo lleva hacia la parte en donde se extrae la madera de la finca La Normandía. Mi sugerencia es que pida permiso antes de pasar ya que en ocasiones pueden impedirlo. Esté muy atento al camino ya que en algunas tramos se ha enmalezado completamente. Mucho animo y fuerza ya que son unas 3 horas más de camino a buen paso pero que con seguridad no lo defraudarán.
Ahí queda también el registro grafico de esta caminata y de la ofrenda dejada en el monumento al padre Calixto. Paz en su tumba.
Hasta la próxima y buen camino.
Alto El Escobero - El Retiro at EveryTrail