lunes, 1 de noviembre de 2010

IX DES ENCUENTRO NACIONAL DE CAMINANTES – PEREIRA 2010

En el marco de diferentes poblaciones y senderos aledaños a la ciudad de Pereira, con el aroma y sabor del café como compañeros y disfrutando de maravillosos paisajes, bosques y fincas, se realizó el IX Encuentro Nacional de Caminantes 2010.

Sin embargo, en esta receta aparentemente perfecta, hubo un ingrediente, un componente, que no permitió que este encuentro se degustase como era de esperarse y por el contrario, dejara en mas de un caminante, un sabor mas bien amargo en los recuerdos, los cuales con su característica imparcialidad, llevarán por siempre esta mancha indeleble.

Y es que luego de un año de expectativa y luego de toda la campaña realizada desde el VIII Encuentro en Iza, las apuestas entorno a éste encuentro eran altas, tanto en términos de la actividad central, como en la parte logística, actividades culturales y recursos.

Pero los gruesos nubarrones en el horizonte que presagiaban una gris llovizna, debieron advertirnos del inminente chubasco. Y es que faltando tan solo un mes para el encuentro se hizo evidente lo que seria una constante en Pereira: falta de información, escasos y parcos comunicados por parte del comité organizador y una pobreza absoluta en el contenido de la pagina web.

Adicionalmente, a esto habría que agregar que en un comunicado previo al encuentro, se anunció que el transporte hasta las veredas en donde comenzarían las caminatas, tendría que ser costeado de cuenta del bolsillo de los senderistas. Esto por si solo, generó un ambiente de desconfianza y opacó el ánimo de muchos grupos quienes vieron mermados sus asistentes y en muchos casos, se abstuvo de acudir. Posteriormente se anunció que el transporte seria subsidiado, lo cual pocos creímos para finalmente terminar siendo cierta nuestra corazonada.

Pero dejando de lado el aspecto económico, lo cual algunos podrían objetar catalogándolo como de “Mezquino” y “Material”, centrémonos en el aspecto organizacional: Una vez en Pereira, luego de realizar el “check-in” al evento y recibir las escarapelas, comprendimos que la falta de información y de logística no era solo un augurio telepático, sino una certeza matemática y física.

Por cierto, el sobre de la escarapela tuve que remendarlo con cinta 3 veces luego de rendirme de pedirle a los organizadores de que me regalaran otro.

Sin haberse dado el primer paso, ya empezaba a oírse entre los diferentes senderistas, una frase que terminó siendo un lema: “Qué desorganización!”. El incumplimiento para dar el inicio de las caminatas y la sin igual improvisación, nos dejaron claros a todos que, éste no seria un encuentro memorable.

Y es que resulta un poco cómico que luego de madrugar, bañarse y desayunar rápidamente cualquier cosa, para llegar puntuales a las caminatas que partían a las 5 AM, terminara uno viendo salir primero a los compañeros de las 6 AM. Como tampoco era raro que te subieras a un transporte que supuestamente era para la caminata No.5 y luego en mitad del trayecto te dieras cuenta que esa era la caminata No. 22 !!!

Tuve la oportunidad de constatar que la carencia de logística iba más allá de lo imaginable: En la escarapela aparecían 2 números telefónicos de contacto con el comité organizador del encuentro. Uno era un teléfono fijo y el otro era un celular. Cuando llamé al fijo para averiguar algo acerca de un horario, me contestó una muchacha diciendo que eso era una casa de familia y que la organizadora no estaba, que por favor le dejara la razón! J Gracias a Dios no era una emergencia!! (librito de rutas, faltó)

Mi percepción con respecto al esquema de la organización del encuentro es que el personal de apoyo no contaba con el suficiente nivel de empoderamiento para poder tomar decisiones ágiles y fáciles sobre asuntos rutinarios. En vez de tener personas que coordinaran diferentes aspectos, todo tenía que pasar por el consentimiento, la aprobación y supongo que también la bendición, de una sola persona (hasta para autorizar que se entregara un sobre de escarapela).

Pereira es una ciudad que particularmente me encanta: sus parques, sus habitantes, el clima, la ciudad misma y qué decir de sus mágicos alrededores. Lastimosamente, pienso que ésta clase de eventos, en una metrópoli, pasan completamente desapercibidos. Y eso es completamente normal. Estamos hablando de una capital departamental que alberga cerca de 443 mil de almas, cuyos intereses, hábitos, acciones y negocios están enfocados a una población mas amplia que solamente el “ghetto” de la comunidad senderista de Colombia.

La plaza Victoria es un lugar muy céntrico y lindo de Pereira, lastimosamente, su espacio demasiado abierto, demasiado citadino, hizo que las actividades allí programadas se viesen minúsculas en comparación con el escenario circundante.. De nuevo el desorden campeó a lo largo de toda la programación y muchos fuimos los que no pudimos asistir a uno de los actos centrales del encuentro como es el desfile y presentación de los grupos de caminantes. Toda una lastima.

Particularmente, soy de la opinión que esta clase de eventos, por las personas que asistimos y la naturaleza misma de la convocatoria, están pensadas más para disfrutarse en un pueblo o municipio, más que en una ciudad. Y seamos francos, todas las veces que este encuentro se ha realizado en una población “rural” la diferencia es absolutamente notable: la población entera se vuelca durante esa semana a atender, realizar y beneficiarse del acontecimiento, los grupos de senderistas nos integramos mucho mas y la actividad caminera se conecta y se beneficia del paisaje rural, del aire fresco y de la natural cordialidad de sus habitantes. Y es que las incomodidades no le son ajenas a esta actividad, pues sé de muchos grupos de caminantes que aun a sabiendas de que terminarán durmiendo en una escuela, compartiendo un mismo baño y desayunando aguapanela con pandequeso, hacen gustosos el viaje y soportan las inclemencias que solo el estoicismo del que sabe disfrutar el camino y no la meta, sabe tolerar.

De nuevo y hago énfasis en ello, no tengo nada contra Pereira, pero qué diferente hubiera resultado éste encuentro si su sede principal hubiese sido Santa Rosa de Cabal, o Marsella, o Balboa. Solo era cuestión de creer y con seguridad las cosas habrían sido posibles.

Para hacer justicia y que no se diga que “todo fue malo” señalo los siguientes aspectos:

· Que buenos fueron los guías que acompañaron todas y cada una de las rutas. Esperaron, no dejaron fraccionar los grupos y en los pocos casos de emergencias que se presentaron, siguieron el procedimiento tal y como debía ser.

· La selección de las rutas y caminos estuvo muy balanceada y perfectamente ajustada a las características del terreno, dificultad y longitud. Había de todo y para todos los gustos. Quizás en demasía.

Ojala sea el momento para sacar conclusiones, aprender lecciones y no buscar las excusas como que había un mundial de futbol en curso o que el invierno no ayudó mucho.

Creo que el panorama para el próximo encuentro en Necoclí – Antioquia es completamente abierto, en el sentido de que se deberían capitalizar los errores y aciertos de éste y otros encuentros, y que los caminos del Urabá antioqueño nos deparen muchas y agradables sorpresas en todo sentido.

Adjunto el registro grafico de diferentes momentos del encuentro y 3 rutas:
  • Sendero del mono Aullador
  • Por los caminos de nuestros ancestros
  • Entre verdes paisajes

Sendero del Mono Aullador at EveryTrail


Por los caminos de nuestros ancestros at EveryTrail


Entre verdes paisajes at EveryTrail





Hasta la próxima !

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